Introducción:
Si tienes una caldera de gasoil en tu hogar y estás considerando instalar un sistema de suelo radiante, probablemente te preguntes si ambas tecnologías son compatibles. La buena noticia es que sí es posible combinarlas, siempre y cuando se implementen correctamente los componentes adecuados.
En este artículo te explicamos cómo funciona la combinación de calderas de gasoil con sistemas de suelo radiante, las diferentes opciones de instalación, y los elementos necesarios para una integración segura y eficiente.
¿Es posible combinar una caldera de gasoil con una instalación de suelo radiante?
Sí, es totalmente posible. Las calderas de gasoil pueden integrarse eficazmente con los sistemas de suelo radiante, siempre que se regule la temperatura del agua que llega a las tuberías. Esto es crucial porque el suelo radiante opera a una temperatura más baja (entre 30°C y 45°C) que los sistemas tradicionales de calefacción, como los radiadores (70°C a 80°C).
Para evitar que el agua llegue al suelo radiante demasiado caliente, es necesario utilizar sistemas de mezcla de temperatura o acumuladores. A continuación, te mostramos las dos principales opciones de instalación.
Opciones de instalación de una caldera de gasoil con suelo radiante
Existen dos formas principales de integrar una caldera de gasoil con un sistema de suelo radiante:
1. Sistema directo con mezclador de temperatura
Este sistema utiliza el agua caliente de la caldera de gasoil directamente, pero con un mezclador de temperatura para ajustar la temperatura antes de que llegue al suelo radiante.
¿Cómo funciona?
A través de un kit de regulación termostática, formado por una válvula mezcladora de 3 vías que se coloca entre la caldera y las tuberías del suelo radiante, un termostato de seguridad que corta la circulación de agua si se produce un sobrecalentamiento y una sonda a inmersión con pozuelo, que mide la temperatura de impulsión al suelo radiante y permite a la mezcladora controlar la cantidad de agua caliente de la caldera (a unos 70-80°C) y fría que regresa del sistema de suelo radiante (aproximadamente a 30°C) para conseguir una temperatura óptima de impulsión para el suelo radiante (entre 30°C y 45°C).Ventajas:
- Es un sistema económico y sencillo de implementar.
- Permite la integración sin grandes modificaciones en la instalación existente.
Desventajas:
- La caldera sigue trabajando a temperaturas más altas de lo necesario para el suelo radiante, lo que puede reducir la eficiencia energética.
2. Sistema con acumulador de inercia
Este sistema utiliza un acumulador de inercia o depósito de agua caliente para gestionar la energía térmica. El acumulador almacena el agua caliente producida por la caldera, permitiendo un mejor control de la temperatura.
¿Cómo funciona?
La caldera de gasoil calienta el agua que se almacena en un acumulador de inercia. Este acumulador proporciona agua caliente tanto para el suelo radiante como para otros sistemas de calefacción, como radiadores. La mezcladora de temperatura regula el agua que va al suelo radiante, garantizando una temperatura adecuada.Ventajas:
- Mayor eficiencia energética: El acumulador permite que la caldera funcione de manera más eficiente, ya que no necesita calentar el agua constantemente.
- Permite mejor control sobre la temperatura del agua en diferentes circuitos (suelo radiante y radiadores).
Desventajas:
- El costo inicial es más alto debido a la instalación del acumulador.
Conclusión
Combinar una caldera de gasoil con una instalación de suelo radiante es una opción viable y eficiente si se realiza correctamente. Dependiendo de tu presupuesto espacio disponible para la instalación, puedes optar por un sistema directo con mezclador de temperatura o un sistema con acumulador de inercia, cada uno con sus ventajas específicas.
Ambos sistemas permiten un control eficaz de la temperatura y pueden integrarse fácilmente en tu hogar. Si quieres maximizar la seguridad y la eficiencia, no olvides considerar la instalación de una válvula de descarga térmica.